domingo, 5 de noviembre de 2006

Día 7: 05/11/2006 Tokyo

Hoy nos hemos propuesto visitar parte de Tokyo. Unas pequeñas pinceladas para hacernos la idea de cómo es esta ciudad, aunque estoy convencida que en un día no tendremos ni para empezar.
Desayunamos en el hotel, hay un bufet libre muy completo, donde se combina la comida oriental y la occidental. Llenamos nuestros estómagos y nos dirigimos a la estación de metro de Akihabara para ir a visitar el distrito de Asakusa (浅草). Este barrio se fue originando alrededor del Templo Senso-ji (浅草寺) y actualmente es uno de los puntos más turísticos de la ciudad.
Al igual que otros lugares, éste tiene también su propia leyenda, la cual cuenta que dos hermanos capturaron en sus redes una escutura de la deidad Kannon mientras estaban pescando en el río Sumida-gawa. Y aunque devolvían la estatua al río, ésta siempre volvía a ellos. Fue esa la razón por la que se fundó este templo en el 645, el más antiguo de Tokyo.
El acceso al recinto se hace a través de una gran puerta llamada Kiminari-mon (puerta de los truenos), de la que hay colgada una enorme lámpara de papel. Al cruzarla nos adentramos en una avenida cubierta llena de paraditas de suvenirs y alimentación, se trata del mercado Nakamise. Es tan temprano que cuando llegamos todavía no están abiertas las tiendas, así que nos dirigimos directamente a visitar el templo. La atmósfera comercial contrasta con lo que vemos al final de la calle del mercado. Un espacio abierto, ocupado por la puerta Hozo-mon nos anuncia que estamos a punto de entrar en el recinto sagrado, y tras ella el Kannon-do, con una pagoda de cinco pisos a la izquierda.
Justo al lado del Kannon-do hay un pequeño santuario sintoísta, Asakusajinja. Después de recorrer la zona y probar otra tapita de takoyaki, volvemos a cruzar el mercado Nakamise. La calle existe desde principios del siglo XVIII, tiene unos 250 mts de largo y casi un centenar de tiendas. Es un buen lugar para comprar recuerdos y nosotros caemos en la tentación.
Volvemos a la calle principal para coger el metro, y a lo lejos vemos una escultura que asemeja una gota dorada que nos llama la atención, está sobre un edificio, el Asahi Beer, una de las empresas cerveceras más grandes de Japón. Por lo que hemos podido averiguar, la construcción fue diseñada por el francés Philippe Starck, y terminada de construir en 1989. Su forma asemeja a la de un vaso de cerveza, compementándose con el edificio de al lado que hace referencia a una jarra de cerveza. Lo que en un principio nos parecía una gota dorada, en realidad simboliza una llama y tiene la fama de llamarse zurullo dorado por los propios japoneses.
Nos bajamos en la parada de metro de Nijubashimae de la línea Chiyoda para ir al Palacio Imperial (Kokyo) (皇居) del cual solo se pueden visitar sus maravillosos jardines y algunos muros y fosos de la construcción original del período Edo. La puerta Otemon está restaurada y se accede a ella a través del puente Nijubashi.
En el interior del parque está el Palacio Imperial que solo abre sus puertas dos veces al año y se puede visitar mediante cita previa, con lo que nos quedamos sin poder verlo por dentro. La zona ajardinada tiene vida propia y podemos ver a muchas familias que aprovechan el buen tiempo para pasear con los niños o incluso hacer deporte o leer mientras uno se relaja tendido sobre la hierba. Es como un pequeño espacio de belleza y tranquilidad que contrasta con los rascacielos y el bullicio del tráfico que hay a su alrededor.

Relajados, nos dirigimos de nuevo al metro para ir al barrio de Shibuya (渋谷区), famoso por ser la zona comercial más visitada de la ciudad. Delante de la estación está la Plaza Hachiko (ハチ公), que debe su nombre a un perro fiel, que tras fallecer su amo, iba a esperarlo cada día al mismo lugar donde lo iba a buscar después del trabajo. Esta conmovedora historia se basa en un hecho real. Frente a la plaza está el que se dice es el cruce más transitado y bullicioso del mundo, Scramble Kousaten (スクランブル 交差点). Utiliza un stop en las cuatro direcciones para permitir a los peatones inundar todo el cruce. En esta zona también hay varios centros comerciales y grandes almacenes de moda, el mas famoso es Shibuya 109. Nosotros optamos por el edificio Tsutaya, conocido por su Starbucks en la planta baja, para ir a cenar.

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