lunes, 6 de noviembre de 2006

Día 8: 06/11/2006 Nikko y Tokyo

Nos volvemos a levantar temprano, porque hoy toca ir a Nikko (日光市). Esta ciudad, que literalmente significa "la luz del sol", se encuentra entre las montañas de la prefectura de Tochigi. El itinerario de hoy lo iniciamos desde la estación de Tokyo, cogemos un shinkansen hasta Utsunomiya (50 min) y desde allí otro tren regional que nos conduce a Nikko (45 min).


Desde la estación hay que cruzar el pueblo a través de una avenida empinada que nos lleva hasta la zona de templos. La calle principal está llena de tiendas de souvenirs, y en ella también podemos encontrar la oficina de información.
Poco a poco las viviendas del pueblo van dejando paso a la vegetación, y el ruido del río nos anuncia que por fin hemos llegado al puente Shinkyo (神橋). Fue construido en el siglo XVII y su función principal era la de acceso al mausoleo del primer shōgun Tokugawa. Pertenece al santuario Futurasan-jinja. La leyenda cuenta que este puente fue construido en el mismo lugar donde Shodo Shonin, un monje budista fundador del primer templo en el año 766, pudo cruzar el río Daiya a lomos de dos serpientes gigantes enviadas por el dios Jianjaou. Una inundación destruyó el puente original en 1902, el actual es una reconstrucción de 1970.
Lo más sorprendente es que si quieres cruzarlo se debe pagar, así que decidimos contemplar su belleza desde el exterior. Para pasar al otro lado del río se puede ir a través de otro puente que se encuentra a unos 200 metros, transitado por coches y por los miles de turistas que se ahorran el peaje.
El itinerario del recorrido hacia los templos continua a través de un estrecho sendero que sube por la montaña. No tiene pérdida porque está muy bien señalizado.

Los templos de Nikko fueron fundados en el 766, durante el periodo Nara por el monje Shodo Shonin. Su creencia budista le llevó a cruzar el río Diya, escalar y explorar la montaña, y construir una ermita a la que llamó Templo Shihon-ryuji. Durante los años siguientes, guerreros, monjes y nobles fueron construyendo templos hasta el periodo Edo. En la actualidad Nikko es un lugar con un encanto especial, una gran ciudad religiosa escondida entre un frondoso bosque.
Los tres monos sabios san saru (三猿) situados en un friso que bordea una estructura de madera destinada al establo. Sus nombres: Mizaru, Kikazaru, Iwazaru significan no ver, no oír, no decir.
Dentro del Mausoleo Toshogu se puede encontrar una pequeña escultura considerada la más famosa de todo el edificio y considerada un tesoro nacional, siendo fuente de inspiración de muchos artistas a lo largo de los siglos. Se trata del Nemuri-neko (眠猫) un pequeño gato situado en la puerta Kugurimon que da entrada al Templo Okusha.
Tras la caminata llegamos a la zona de la estación de JR. Estamos hambrientos, así que decidimos quedarnos a comer en Nikko antes de volver otra vez a Tokyo. Comemos en una especie de self service que hay justo al lado de la avenida de la estación. Arroz y pollo rebozado con una sopita miso bien caliente.

>> MAPAS DE NIKKO

Antes de partir, entramos en las tiendas de recuerdos. Unas preciosas muñecas de madera nos han llamado la atención y decidimos comprar unas cuantas para regalar. Se llaman Kokeshi (こけし), están hechas a mano y son muy tradicionales en Japón.

>> KOKESHI

Regresamos a la estación para coger el tren que nos llevará de vuelta a Tokyo. Ha sido un día largo y llegamos muy cansados al hotel.

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